miércoles, 11 de marzo de 2009

MAPAS QUE HABLAN…





Durante 2.008 con un grupo de alumnos de 4to. Año de Secundaria indagamos diferentes codificaciones empleadas para establecer algún tipo de comunicación, como parte de una investigación sobre los mensajes de texto. Se trataron casi 20 de ellas como por ejemplo: lenguaje de señas, señales de tránsito y el sistema Morse entre otros. Uno de los alumnos eligió los símbolos cartográficos. En el recreo previo a explicar a sus compañeros los resultados de su búsqueda, este me dijo que necesitaba para ello disponer de un mapa mudo. Sorprendido, y desde la mirada tradicional del adulto, le dije que allí en el mapero había material de diferentes regiones con colores y textos que le podían ser mucho más útiles. El alumno se mantuvo en su postura, y luego del ensayo por mi parte de alguna argumentación ya menos convincente; finalmente partió con su negra tela con sólo algunas líneas impresas. También llevaba tizas que había solicitado. Otra sorpresa en una escuela que usa fibrones desde hace años. Luego del toque de timbre, partí hacia el salón de clases pensando en la “vuelta a estos recursos didácticos de otra época”, e imaginando que al menos las otras exposiciones ofrecerían planteos más “actuales”. Se sucedieron dos de estas que abarcaron cada una los 10 minutos previstos. Llegó entonces el turno de mi interlocutor del recreo. Desplegó entonces el sencillo elemento, tomó una tiza, y preparó algunas cartulinas tamaño A4 con algunos símbolos cartográficos que había hecho con la computadora. Arrancó, planteando lo que sigue: “como todos saben este es un mapa mudo. Significa entonces que hay otros mapas que hablan. Es bueno que pensemos porque las personas necesitamos que los mapas nos hablen”. Fue así desplegando sus cartones, proponiendo con la tiza lugares en el contorno argentino donde ubicarlos, y tratando de encontrar con sus compañeros las frases que podrían estar en esos “diálogos”. Expuso así durante 40 minutos, seguido atentamente y con la participación activa de los restantes 20 alumnos…
Resulta bastante frecuente en nuestros días encontrar en distintos soportes informes sobre diferentes temas que proporcionan representaciones, esquemas y/o conclusiones basadas en el procesamiento de una gran cantidad de datos recopilados en distintos lugares del mundo. Son posibles gracias a la superlativa capacidad de trabajo que alcanzaron algunos sistemas informáticos para procesar enormes bases de datos, operar tomando diferentes variables, y expresar los resultados con originales modos gráficos. Se potencia así la principal razón por la que se crearon las primeras computadoras hace casi 70 años en E.E.U.U.. Se trataba entonces de encontrar formas más rápidas de calcular y emitir las facturas de luz en las grandes ciudades. Están apareciendo interesantes discusiones epistemológicas sobre si esto reemplaza a la Ciencia en sus prácticas más conocidas, pero esto lo dejaré para otro momento. Pensemos en algo más elemental: ¿cómo seres racionales, individuos o ciudadanos podemos aprovechar esta información que está hoy disponible y planteada con gran capacidad de síntesis?
Desde la Escuela y como parte de la tarea alfabetizadora vista con un sentido más amplio, habría que poder dar a los alumnos herramientas para poder hacer análisis críticos de estos informes. Pero también pueden convertirse en interesantes recursos didácticos para disparar el tratamiento de diferentes temas. Poniendo en un buscador: worldmapper es posible encontrar unos 600 planisferios diferentes. No aparecen en ellos los nombres de los óceanos, el relieve, los tipos de suelos, los límites u otros datos habituales en esta conocida representación de los continentes y países. Usando las propias palabras aclaratorias de esa web se trata de: “El mundo como nunca lo vio antes. Una colección de planisferios donde los territorios son redimensionados de acuerdo a la cuestión de interés”. Así nos sorprenderemos viendo cuales serían las proporciones si pensamos en acceso por ej. a educación, tierras agrícolas o nutrición. Se agregan algunos textos informativos y animaciones, ya pueden imprimirse como posters la mayoría de los mapas si se cuenta con el difundido software Acrobat Reader y existe la posibilidad de contar con el “Atlas del Mundo Real” en papel. La página está en inglés, pero al menos el acceso a los diferentes gráficos no debería ser un problema. Para buscar el tema de interés en los índices sólo hay que traducir 3 ó 4 palabras, que en general son de base latina. Sino pueden ayudar las Teachers, o los alumnos usando un diccionario bilingüe común. Está todo disponible. Usemos estos “Planisferios que hablan”…

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